Proyecta México falsa imagen de respeto a derechos humanos: AI
Febrero 17 (2014).- Aunque a nivel internacional México se muestra como actor comprometido con la defensa de los derechos humanos, en el país siguen ocurriendo graves retrocesos y violaciones en este ámbito, entre ellos los relacionados con las desapariciones forzadas, los ataques contra periodistas y defensores de las garantías individuales y los abusos contra migrantes indocumentados.
Advirtió lo anterior Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional (AI), quien lamentó la impunidad casi total de estos delitos y la infiltración del crimen organizado en las instituciones de seguridad; asimismo, subrayó los riesgos de permitir que los grupos de autodefensa hagan el trabajo que le corresponde al Estado.
‘‘En el escenario internacional, México es una voz importante en lo que se refiere a derechos humanos, siempre tomando posiciones muy progresistas. Un ejemplo de ello es su participación para crear un tratado de control de armas a nivel mundial.
‘‘También ha sido muy abierto para cualquier persona que quiera venir y estudiar la situación del país, y en la pasada década ha aprobado muchas leyes que son muy importantes desde la perspectiva de los derechos humanos’’, consideró el economista de India.
Sin embargo, ‘‘en lo que tiene que ver con el respeto a estas garantías dentro de México, en los últimos cinco o seis años hemos visto un retroceso. Se está avanzando en la dirección equivocada e incluso algunos de los datos nos hablan de una situación de crisis’’, alertó.
Uno de los aspectos más delicados en este terreno, dijo, es el de las desapariciones forzadas, que ha cobrado ‘‘decenas de miles de víctimas en la última década. Se habla de que al final de la administración de Felipe Calderón había alrededor de 26 mil víctimas, pero más allá del debate sobre el número se trata de una crisis’’.
Shetty, quien se encuentra realizando su primera visita al país (del 15 al 18 de febrero) como secretario general de AI, destacó que si bien la mayoría de los desaparecidos son hombres jóvenes, este fenómeno puede alcanzar prácticamente a cualquier persona, de cualquier región o nivel socioeconómico.
‘‘Lo que es común en estos casos es que el perpetrador casi nunca es llevado ante la justicia. Además, cuando los familiares de las víctimas van a denunciarlo, son criminalizados por las autoridades. El modo en que los tratan las autoridades es impactante y va de la indiferencia a la intimidación’’, deploró el activista.
De igual forma, tampoco hay una actuación adecuada en la búsqueda y manejo de restos encontrados en fosas clandestinas, ni tampoco una base de datos confiable sobre la cantidad de desaparecidos, lo cual hace imposible que se lleven a cabo los pasos elementales de una indagatoria.
Ante ello, estimó Shetty, el gobierno actual ha empezado a tomar algunas medidas, ‘‘pero aún es un esfuerzo muy pequeño y muy débil’’, por lo que la principal recomendación de Amnistía Internacional en este sentido es fortalecer a las instituciones encargadas de investigar y generar una verdadera coordinación entre ellas.
Otro tema que preocupa de forma especial a AI, manifestó su secretario general, es el de los ataques contra periodistas y defensores de derechos humanos –como lo demuestra el reciente asesinato del reportero veracruzano Gregorio Jiménez de la Cruz–, los cuales no han logrado frenarse a pesar del surgimiento de organismos oficiales ‘‘con muy buenas intenciones, pero que en la práctica no funcionan’’.
Un tercer punto delicado para la organización con sede en Londres es el de los constantes abusos en contra de los ‘‘cientos de miles’’ de migrantes indocumentados en tránsito, pues ‘‘casi ninguno logra atravesar México sin sufrir algún tipo de abuso’’ como extorsiones, asesinatos y violencia sexual, sin que las autoridades cumplan con su obligación de proteger a dicho sector.
Lo que todos estos fenómenos tienen en común, recalcó el especialista, es la impunidad casi total de los agresores –especialmente si son servidores públicos– y el nivel de ‘‘interconexión’’ entre el crimen organizado y los funcionarios.
‘‘No sé si es correcto hablar de falta de voluntad política de las autoridades para resolverlo, pero ciertamente consideramos que el Presidente debe trabajar mucho más y poner estos puntos en lo más alto de su agenda. Se han tomado algunas acciones en el papel, en las leyes, pero tienen que ir más allá para proteger a la gente y darle una respuesta inmediata’’, aseveró.
Con respecto al tema de los grupos de autodefensa, el dirigente de AI a nivel mundial externó su preocupación por el riesgo de que estos colectivos se salgan del control de las autoridades. ‘‘Si el gobierno no es capaz de regular al Ejército, la Marina o la policía, ¿cómo va a controlar a estos grupos autónomos? Se debería fortalecer la capacidad del Estado para darle seguridad a la gente, pero en vez de eso están permitiéndole a la propia comunidad que lo haga por sí misma y en esa estrategia hay demasiados riesgos’’.
Durante la reunión privada que sostendrá hoy con el presidente Enrique Peña Nieto, anunció Shetty, ‘‘vamos a decirle que necesita poner los derechos humanos en el nivel más alto de su agenda, igual que el que tienen las reformas estructurales’’.
Información: La Jornada